viernes, 29 de julio de 2011

Verdades



Verdades


Una vez un presidente dijo algo así; que cuando tuvo mayoría en todos los medios fue cuando peor
le fue y que cuando tenía muchos opositores y casi persecutores fue cuando ganó.




Son reflexiones de las que ningún político, parece se quiere acordar y da que pensar.

Un poder omnímodo puede traer con el tiempo rencores o el decaimiento de una sociedad.
Cuando veo el auto aplauso, como se usa a las personas para que digan maravillas de un gobernante y casi se lo eleva a los altares a veces de una forma torpe y repitiendo un libreto que no convence a nadie.

Digo, cuando un empleado del pueblo, cumple con algunas de sus obligaciones, ¿es para que se haga un auto bombo? ¿Ellos no se dan cuenta que son trabajadores del estado, que reciben un sueldo para ello? Que si algo hacen bien es nada más ni nada menos que sus obligaciónes. Para eso se lo eligió, para cumplir con una plataforma política, para el bien no de los simpatizantes de un partido político sino para todos.

Llega al poder y hasta el periodismo dice por ejm.: el presidente peronista, el gobernador radical o socialista etc., etc., etc. Ellos no son parte de algo (Partido), sino que deben ser una unidad para el bien de los que los votaron y de los que no.

No es cuestión de simpatía sino de lo que es ético. No olvidar que su sueldo es pagado por TODOS.



Me contaron una vez que cuando Irigoyen estaba en su segundo mandato le hacían hasta diarios que decían que todo iba bien. Así vino el derrocamiento en 1930 y de allí… ¡Chau democracia!


Siempre creí que la crítica con altura le hace bien al gobernante, tan acostumbrado al aplauso interesado de sus seguidores. Hay un refrán que dice más o menos así: “Cuídame de los amigos que de los enemigos me cuido yo. A veces es mejor tener un adversario constructivo y no un amigo complaciente que con el tiempo se puede volver “contra”

Hoy se da el caso que en mi país (sea en la Nación o en las provincias o en las intendencias), hay gobernantes que se niegan a recibir a algunos ciudadanos que quieren peticionar algo. Las puertas de las gobernaciones deben permanecer abiertas hasta para los críticos. (Especialmente para éstos)





Dicen que hubo un Califa al que su visir le contaba lo bien que estaban las cosas. Pero él no se las creía De noche, a veces se disfrazaba se mezclaba con el pueblo y conversaba con ellos., de este modo sabía la realidad de lo que pasaba. A veces los visires son los ministros que endulzan los oídos del gobernante. Haya existido o no el Califa, da que pensar ¿verdad? En fin y la vida va...




Dora del Valle D.

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