sábado, 20 de febrero de 2010

Política: Elegidos

Política:



Elegidos


Cuando los electores votan, algunos, los más, lo hacen creyendo, en que al emitir su voto, han contribuido al bienestar general.
Esto debiera ser la realidad pero, rara vez lo es, por lo menos si se tienen grandes expectativas. Lo he comprobado a través de los años y después de tantas ilusiones muertas. Alguien alguna vez me dijo que no éramos ángeles sino simples personas con falencias y aciertos. Eso es real, pero no es menos cierto que el hombre debe aspirar a perfeccionarse especialmente cuando ocupa un cargo en la política que puede llegar a afectar al conjunto de la sociedad.
Todo candidato a ocupar algún cargo hace un programa de gobierno y lo presenta a la sociedad para ser evaluado por ella. Cuando es electo ¿a quien es fiel?
El elector independiente, lleva la mejor parte pues no está atado ni a simpatías ni al cariño que se le pueda tener al partido. Pero también puede ser que vote como parte interesada al pertenecer el candidato a algún grupo de poder al que él mismo adhiere.
Ahora bien, dejemos al elector y vamos por el candidato. ¡Está mintiendo a sabiendas que nada hará para mejorar las cosas? o cundo llega recién se entera de la realidad. No lo creo. Lo que si opino es que algunos quieren el poder y cuando lo tienen...no pueden. Creo que alguien al no poder, debe reconocerlo no culpar a otros por su incapacidad, ser honesto y si no puede reparar el daño hacer lo que hace un hombre digno. Él o ella lo sabrá. A veces no basta ser honrado hay que ser capaz.
¿Se vota por el candidato de un partido, por un hombre, por un ideal o por una plataforma de gobierno? Sabemos lo que hacemos al ir a los comicios?
No importa si el presidente es alegre o tristón, lo que vale es que sea apto, para eso se preparó por muchos años. ¿O lo hizo sólo para derrotar a otro partido o por orgullo y... después?.
Dicen que el poder corrompe, yo no siempre lo creo así, es como decir que todos en el fondo somos proclives a ser corruptos. Quizás haya gente que tenga esa debilidad pero hay otros que no han rifado la ética. No son tantos ni tan pocos, pero a veces no relucen. Cuado sabemos de alguien así lo aplaudimos y felicitamos cuando ésta debiera ser la normal.
Cuando escucho a presidentes, gobernadores, intendentes delegados, que fueron elegidos por el pueblo, decir ante los reclamos y pedidos, que nada los apartará del camino (cuando la mayoría está disconforme por medidas que no tienen nada que ver con el bien general y que son totalmente opuestas a lo que prometieron). Pienso que eso es una sirazón, algo descabellado, una... ¿traición?. Una vez un ex presidente dijo algo así “Cuando los pueblos agotan su paciencia hacen tronar el escarmiento”.
Algunos no parecen vivir en el país. Pintan panoramas que nos son ajenos, ministros que nos quieren hacer creer que por decreto se acabará la pobreza, que los inversores harán cola en los ministerios, que algunos menos que magros sueldos deben ser semi expoliados (quizás haya demasiados jubilados que cobran haberes mínimos u obreros casi esclavos que no pueden comprar remedios para un hijo porque si lo hace los demás no comen.
La dádiva no nos enaltece, al contrario, nos rebaja y lo que es peor, nos acostumbra a ese estilo de vida. El niño debiera comer con su familia, del esfuerzo de sus padres pero... adonde conseguir un trabajo digno.
¿Qué pasa en un país donde se echa a una persona mayor del trabajo de toda una vida, porque hay que reducir gastos? ¿Qué hará, cómo vivirá, venderá la casita que con esfuerzo compró o vivirá sin luz, sin gas, sin remedios? Con hijos o sin ellos ¿qué salida le queda?...Una diputada dijo que algunos economistas respondían a los grandes capitalistas. Eso yo no lo sé pero ¿QUÉ DICE A ESTO UN PRESIDENTE, UN GOBERNADOR, UN INTENDENTE, UN MINISTRO (no elegido por el pueblo), ETC. ?. Solo que hay que hipotecar y ahora sí el país, que hay que honrar la deuda. Hay deberes más excelsos que pagar una deuda y es: HONRAR A LAS PERSONAS, A TODOS; niños, jóvenes, mayores y luego ser decentes y pagar la deuda aunque ¿quién se endeudó? ¿Quién firmó por nosotros? ¿Quién nos preguntó? ¿Les dimos ese poder? ¡Ah... EL VOTO! Entonces: ¡SEPA EL PUEBLO VOTAR!. Se le dijo a alguien ”pero vos lo votaste, te equivocaste” él respondió: “yo no me equivoqué a mi me traicionaron”.
Cuando se a engañado al electorado no se debe pedir paciencia, esta ya dejó de existir. Lo que se debe pedir es: PERDÓN.
...DIOS Y LA PATRIA OS LO DEMANDAN.
Dora del Valle D.

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