Pesadilla
De repente… explotó el absurdo
Lo maligno… la impiedad…
La tremenda cruel amargura
Y el cáliz amargo de hiel…
Me vi de pronto y sin más
Brutal y atrozmente pisoteada
Y a los que amo, menoscabados
Por la locura de un ser espantoso.
¿Qué debiera, mi DIOS hacer?
¿Atar con cadenas mi venganza?
¿Encarcelar lengua
alborotada?
¿Despreciar e ignorar la calumnia?
¿Será este mi tan mentado karma?
¿Será este el infierno del Dante?
¿Será un castigo por creerme feliz?
¿O será tal vez una pesadilla?
Dora
del Valle Durbá
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