lunes, 15 de octubre de 2012


DESOLACIÓN




Triste, desolada, implacable
la soledad hizo nido en mi alma.
Soledad… no solo, también angustia
abandono, dolor y desconsuelo.

Nubes grises y negras, atravieso,
Me arrastro, caigo, me levanto.
¡Que extraño destino mi Dios!
Estar en este pozo negro… infinito.

Este hombre triste, agobiado
que duerme al lado mió.
Éste hombre, libremente elegido,
ya no es él, entonces… ¿Quién?

La vida me castiga, con razón.
Le pedí un gran amor, me lo dio.
Sano, bueno, inteligente, amante y capaz.
Hoy lo cambió, así es que debo pagar.


Dora del Valle D.

No hay comentarios:

Publicar un comentario